En el mes de julio, me ocurrieron dos acontecimientos que dejaron una huella imborrable en mi memoria y en mi corazón. Lo primero que me ocurrió fue la pérdida repentina y trágica de una Gran amiga de mi jueventud, con la cual compartí muchas vivencias. Q.E.P.D mi amiga Prof. Elizabeth Urbina, excelente, amiga, buena madre, irremplazable como hija y hermana. Que Dios le dé el descanso eterno a su alma. Nunca te olvidaré mi amiga.
El otro acontecimiento que nos hizo muy felices, fue el Cumpleaños No. 80 de Laurita mi mamá, a ella que me dió la vida y es pilar fundamental en mi vida. A ella le dedico este poema.
Mami, en el día de tu Cumpleaños, todo lo mejor te debe acompañar, ya que Dios le da esa gracia a sólo aquél que sabe amar.
Es un hermoso día, un nuevo amanecer,
un año más de vida en esta vida que aprender.
Es tu Cumpleaños razón de festejar, ilusión de seguir viviendo 80 años más.
Mucha alegría y paz en tu alma deben estar,
no dejes que la tristeza invada ese lugar, pues hoy es un día de reir y cantar.
En el día de tu cumpleaños que más te puedo
desear Madre Mía, que no sea amor y mucha felicidad.
Que Dios te Bendiga Madre todos los días de tu vida.