Dedicado a la Memoria de mi Hijo Christian Rafael
En su 28 Aniversario.
No existe manera alguna de describir la magnitud
del dolor que se siente tras la muerte de un ser querido y,
más aún cuando éste es tu hijo.
Se inicia así un período de mucho dolor, que vive
varias etapas que terminan por sanar el alma, pero no borrar la pena.
La muerte de un hijo es una de las experiencias más devastadoras
que una madre puede vivir y existen muy pocas posibilidades
que logre salir adelante con mucha facilidad.
Pareciera que entre madre e hijo jamás se cortara el cordón umbilical y,
la conexión fuera permanente,
entonces al irse uno, se siente como si se desmembrara una parte de sí.
Solamente las Madres que hemos perdido un hijo
podemos decir que es así.
Hijito de mi alma hace 28 años que partiste
A un lugar mejor, hermoso y lindo,
Donde puedes correr, reir, ser feliz sin cansarte.
Te amaré por Siempre.
Tu mami.